... Recuerdo un domingo por la mañana hace algunos años. Estábamos acomodando el lugar para la reunión del fin de semana y por una razón u otra, faltaba casi la mitad del equipo de servidores. Mientras cargaba el equipo para la clase de los niños, desde una camioneta hacia los salones de clase a través del edificio, me sentí abrumado por una sensación de desaliento.
Satanás comenzó a arrojarme dardos de autocompasión: "¿Por que tienes que hacer todo esto de acomodar y llevar cosas, mientras que lo único que hacen otros pastores es aparecer a la hora del culto? Simplemente entran en el edificio. La mayoría de los pastores no se inmiscuyen en todos estos líos, mientras que tú lo has tenido que hacer durante años."
Cuando comenzaba a disfrutar de mi fiesta de autoconmiseración, el Espíritu Santo me tocó el hombro y me preguntó: "¿Para qué estás haciendo todo esto?" Me detuve en seco en medio del estacionamiento de la escuela, comencé a llorar y me recordé a mismo, que hacía lo que estaba haciendo por amor a Jesus. Y lo que yo hago no es nada en comparación con lo que El hizo por mí.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. (Colosenses 3:23-24 RVR1960)
Pastor Rick Warren | Una Iglesia con propósito
1 comentarios:
Your best knowledge and kindness in playing with all the pieces were very useful. I don’t know what I would have done if I had not encountered such a step like this.
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